sábado, 5 de septiembre de 2009

RECORDANDO A HÉCTOR

Me presento: Mi nombre es Fernando Cuadrado y desempeñé el cargo de Jefe de Regiduría del Departamento de espectáculos durante la Expo 2008. El fallecimiento de Héctor supuso el peor momento en mi carrera profesional pese a no tener relación directa con él y ni siquiera conocerle personalmente. Su muerte fue un suceso injustificable y desgraciado. Tuve la oportunidad de conocer a sus padres en el tanatorio puesto que Ramón Ferré, mi jefe directo, me pidio acompañrle para presetarles nuestros respetos. Saludar a la madre de Héctor fue un momento muy duro del que guardo un recuerdo dulce por su emotividad. Ese día decidí que recordaría su muerte cada aniversario en respeto a ella, a su padre y a su hermana.

Le adjunto las fotos que realicé de la placa que recuerda a Héctor junto a unas pequeñas flores que coloqué el día 07 de agosto, fecha de su trágica muerte. Si usted lo cree conveniente hágaselas llegar a sus padres junto a mis condolencias, solidaridad y apoyo. Y especialmente un fuerte abrazo para su madre.

Atentamente. Fernando Cuadrado.


miércoles, 22 de abril de 2009

EL EQUIPO B

Héctor, Sergio, Josete y yo

Nuestra pasión por el sonido nos llevó a coincidir en BK Liners, donde los conocí. Ellos ya eran amigos, y yo no encontré obstáculos para convertirme en uno más. Poco a poco íbamos convirtiéndonos en buenos técnicos, cuando en el verano de 2006 nos dieron la noticia que tanto esperábamos: ¡Nos íbamos de gira!


En realidad, nuestra labor era la de formar el equipo de reserva de la empresa, es decir, hacer los bolos que el equipo titular no pudiera por que le coincidiera con otro. Y así nació en nombre de nuestro equipo, EL EQUIPO B, que al final del verano acabó haciendo dos de las tres giras de la empresa y que poco después se ocuparía de todas.


Nuestra ilusión y nuestras ganas de aprender hicieron de nosotros un gran equipo a nivel técnico, pero sobre todo a nivel humano. Nos hicimos muy amigos y charlábamos, discutíamos, nos reíamos… Fueron muchos viajes, muchas horas en la rula, mucho sudor y mucho sufrimiento juntos, lo que hizo que nos uniéramos como una piña. Pero sobre todo, lo pasamos muy bien. Jamás me lo he pasado tan bien, me he reído tanto y he tenido tanta complicidad como con mi equipo.


Héctor aportaba sensatez, Sergio tesón, yo seguridad y Josete era como el "papi", siempre pendiente de nosotros y dispuesto a enseñarnos. Es como si en vez de a trabajar, fuéramos de campamento, porque suponía ir de viaje con los amigos a hacer algo que nos gustaba lejos de casa. Y dormíamos muy poco, porque en los viajes, que solían ser de noche, nunca parábamos de cascar y de reír. Aun cuando llevábamos 16 horas currando, y después de no haber dormido casi la noche anterior por haber estado de juerga durante el viaje, sacábamos fuerzas por pasar un rato juntos, y tomar "la penúltima" en la rula antes de dormir.


EL EQUIPO B ha sido una de las mejores etapas de mi vida, siempre la recordaré, y quiero dar agradecer a Héctor, a Sergio y a Josete que hayan sido tan buenos amigos, y que lo sigan siendo. Y a Héctor le debemos el continuar nuestra amistad y el recordarle juntos aunque sea duro. El nos observa a todos desde arriba y sobre todo nos escucha. Tenía buen oído el grandullón. Sigue escuchando nuestros montajes y diciendo "le falta subgrave". Nunca tenía suficiente. Y a nosotros "nos falta Héctor", nunca tendremos suficiente, y nunca será lo mismo, y por eso le echamos tanto de menos.



Carlos Fernández, "El concejal".

viernes, 21 de noviembre de 2008

DE LA AMISTAD

Pocas veces en la vida conoces a alguien que te enseña lo que realmente es la amistad. Altruismo, confianza, complicidad, comprensión, enseñanza y sobre todo amor. Es cierto eso de que los amigos de verdad se cuentan con los dedos de una mano, pero cuando los encuentras te haces más grande, porque en la amistad se contagia lo mejor de cada uno.

Y yo puedo decir con convicción que soy mejor persona después de haber conocido a Héctor, que soy más grande, más humilde y más justo, más ecuánime y mas generoso y que todo eso se lo debo, y que por todo eso le recordaré siempre.

Héctor daba y daba sin pedir nada a cambio, su corazón siempre estaba abierto para recibir a cualquiera, su experiencia siempre la ponía al servicio de los demás y su casa siempre fue un refugio para todos. Héctor nunca ponía mala cara, nunca daba una mala contestación ni se negaba a hacerte un favor.

Tenía pasión por la vida, estaba totalmente abierto a ella y le encantaba conocer, a todos los niveles, y no tenía prejuicios negativos, y si los tenía, luchaba por que no le condicionaran y por comprobarlos por si mismo.

Por todo esto, Héctor tiene tantos amigos y tanta gente que le quiere, y somos muchos los que le recordamos a diario y para los que es un referente, tanto moral como intelectual. Él está en nosotros, en todos los que le queremos, nos indica, nos apoya y nos ayuda a hacer lo correcto. Como siempre, mi querido Grandullón…

Carlos Fernández, “El concejal”

martes, 18 de noviembre de 2008

Angeles de la Iglesia en el día de tu cumpleaños

Hector te recuerdo siempre, pero especialmente en el día de tu cumpleaños.Te quiero agradecer la memoria de tu bondad, prudencía, personalidad y presencia entre nosotras.

Tu vecina de siempre

martes, 23 de septiembre de 2008

Comentario de Silvia al concierto homenaje a Héctor celebrado en Zaragoza.

Pues vaya vaya lo que hay que oir (o leer)…

La información siempre corre muy deprisa y a la misma velocidad, se desvirtúa.

En parte entiendo que cualquiera pueda pensar friamente que el evento olía a tapadera, siendo éste celebrado dentro de la Expo. Yo misma, que desde el principio estaba totalmente de acuerdo con el concierto y además creo que fue necesario sentimentalmente para muchos, cuando supe que era en la Expo, me dió mal rollo. Y no fui la única. No sienta bien pensar que mientras que unos transmiten su dolor a través del amor, otros se atribuyen una medallita solidaria.

Pero por otra parte, sabía que los compañeros de Héctor (a los cuales todavía les quedaban muchas batallas que luchar en la Expo) estaban trabajándose este bolo durante su tiempo libre, con muchísima ilusión y por qué no, rabia, para homenajearle de la manera que mejor saben y haciendo disfrutar a los demás. Sabía de primera mano y desde el día posterior a su muerte por sus compañeros más cercanos, que habían decidido voluntariamente organizarlo. Y fue bonito, emotivo, dulce, divertido, melancólico y nostálgico a la vez. No sé, nunca voy a olvidar este día. Así que, de frívolo nada.

Compañeros y amigos de la Expo, mucho ánimo con el desmontaje. Ya queda menos para que acabe este mal sueño.

Mil gracias y abrazos a todos.